MEJORES CONSTRUCCIONES EN SUIZA
1. Un spa bajo árboles de vidrio
La 'Bergoase' (oasis en la montaña) del Tschuggen Grand Hotel de Arosa, diseñado por Mario Botta en 2006, es otro ejemplo de arquitectura en perfecta armonía con el paisaje. Este centro de bienestar de formas orgánicas se mezcla con el bosque de abetos, apuntando al cielo y al mismo tiempo arraigado a la tierra. Ahora comprendemos por qué Mario Botta, ex alumno de Le Corbusier, es conocido por su meticulosa atención a la geografía del lugar.
2. La Villa Vals, en el corazón de las montañas
Sería difícil imaginar un mejor ejemplo de la integración de una vivienda con el entorno natural que esta casa construida en 2009 por SeARCH y CMA, dos estudios de arquitectura holandeses. Enclavada en la ladera de la montaña, la Villa Vals se asemeja a un cráter formado por un meteorito o tal vez un agujero en un enorme queso Emmental. Al salir de la casa a la mañana por una puerta de vidrio en su fachada cóncava, a la vez rústica y muy moderna, uno se encuentra a la altura del pasto.
3. Suiza futurista e internacional
El Centro de Aprendizaje Rolex de la EPFL (la Escuela Politécnica Federal de Lausana), apenas a pasos del Lago Leman, fue construido por el estudio de arquitectura japonés SANAA en 2010. Con forma de OVNI y también salpicado de agujeros como un queso suizo, el edificio no tiene nada que ver con el típico chalet de montaña. Es una expresión adecuada de la Suiza urbana e internacional, donde se está inventando el mundo del futuro. El objetivo era mostrar una institución que encabeza los rankings universitarios internacionales. Los arquitectos lo lograron con creces y con la discreción que caracteriza a los suizos.
4. Cuando belleza rima con simpleza
Funcionalidad y pureza. La Casa Amarilla de Flims, completada en 1999, transmite la visión artística de Valerio Olgiati del cantón de Ticino. Olgiati convirtió esta vieja casa de campo en un museo de arte que deriva su nombre del color original del edificio. La Casa Amarilla tiene forma de caja y es una expresión simple de la estética minimalista que ha hecho famosa a Suiza, desde el reloj de las estaciones de tren a la bandera suiza y la tipografía Helvética.
5. Arquitectura al servicio de la puntualidad
La puntualidad – otra joya suiza. El centro de señalización ferroviaria en la estación de Basilea (1994) ha ganado varios premios internacionales. Esta torre, un diseño sin ventanas visibles de los arquitectos locales Herzog y de Meuron, tiene una fachada revestida de cobre que permite que el personal de SBB controle el tránsito ferroviario sin que los enceguezca la luz del sol. Actúa como una jaula de Faraday que protege a los equipos electrónicos modernos de los relámpagos. Es otro ejemplo de pragmatismo hecho en Suiza.
7. No es un chalet más
Si bien Suiza debe su éxito a su sector industrial, sus zonas industriales no son conocidas en general por su encanto urbanístico y arquitectónico. Sin embargo, el Actelion Business Center en Allschwill, también construido por Herzog & de Meuron y completado en 2010, constituye una notable excepción. Este espectacular laberinto de formas muestra un costado divertido e irreverente de Suiza.
8. Suiza, ¿una tierra de pitufos?
¿Los suizos viven en un país de pitufos? Podría pensarse esto al ver el 'Edificio Pitufo' en el corazón de Ginebra. Construido en 1984 por los arquitectos suizos Frei, Hunziker y Berthoud, este derroche de colores y líneas curvas evoca el estilo de Gaudí y demuestra que los suizos pueden ser decididamente extravagantes.